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¿Qué es la alimentación complementaria?

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Alimentar de forma adecuada a tu hija o hijo es clave para mejorar su supervivencia y fomentar su crecimiento. Durante sus dos (2) primeros años la lactancia materna es el eje en torno al cual gira la alimentación de tu bebé.

Al principio, durante sus primeros seis (6) meses, la lactancia materna es la protagonista. Solo debes alimentar a tu bebé con leche materna, pues tiene todos los nutrientes que necesita para un crecimiento y desarrollo saludables.

A partir de los seis (6) meses y hasta los 24, la leche materna debe complementarse con otros alimentos. Por una parte, para que tu hija o hijo se familiarice con otras texturas y sabores, y, por otra, porque el requerimiento nutricional de tu bebé es mayor.

Cuando empiezas a introducir en la alimentación de tu bebé otros alimentos, la lactancia materna se mantiene porque:

  • Aporta la mitad de las necesidades energéticas cuando tu hija o hijo tiene de seis (6) a 12 meses; y
  • Aporta un tercio de los requerimientos energéticos cuando la niña o el niño tiene de 12 a 24 meses.

Básicamente, la alimentación complementaria es la introducción de alimentos diferentes a la leche materna en la dieta del bebé. Y la adecuada alimentación complementaria es la introducción de alimentos que le aporten los requerimientos nutricionales a tu hija o hijo.

No es lo mismo comer que comer bien y saludable.

Para favorecer la adecuada alimentación complementaria, te compartimos estos consejos (los tomamos de la ):

  • Sigue con la lactancia materna. Que tu bebé esté probando otros alimentos no quiere decir que suspendas la lactancia materna.
  • Ofrece a tu hija o hijo alimentos que respondan a sus necesidades nutricionales y hazlo con cariño y respeto. No los fuerces a comer, sé paciente, aliéntalo a que coma, mantén contacto visual con él o ella, y háblale. Haz del desayuno, el almuerzo, la cena y los refrigerios momentos agradables.
  • Manipula los alimentos adecuadamente. Lávate las manos con agua y jabón antes de tocarlos. Limpia los alimentos y los recipientes donde cocinarás o los servirás.
  • Al introducir los alimentos, empieza con cantidades pequeñas. Luego, ve aumentándolas en la medida que tu bebé va creciendo.
  • Aumenta gradualmente la consistencia y la variedad de los alimentos. Primero, introduce papillas y, luego, alimentos un poco más sólidos, aunque en pequeños trozos.
  • Aumenta el número de comidas. Si tu bebé tiene de seis (6) a ocho (8) meses, serán más o menos de dos a tres comidas al día (comidas diferentes a la leche materna). Si tiene entre nueve (9) y 24 meses, serán entre tres y cuatro comidas, más uno o dos refrigerios (comidas diferentes a la leche materna).